martes, 7 de mayo de 2013

Anécdotas de mi saco



¿Fantasía?



—Que se arrime un poco más al borde de la cama.

—No sé si querrá, no le gusta lo más mínimo.

—Pues así no podré acercarme y habré venido para nada. ¿Esta su padre en casa?

—Ha salido. Lo intentaré, aunque a veces no me hace caso.

—Venga, llámala y acabemos de una vez.

El oso de peluche armó su voz más dulce y se dirigió a la chiquilla arrebujada en el centro de la cama.

—Andrea, despierta. Acércate a este lado, quiero contarte un secreto.

—No —dijo ella desperezándose—.Ya sabes que me cogerá el monstruo que se esconde debajo.

—No, cariño, no existe. Y estoy yo aquí para protegerte.

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